“Entre el cielo y las estrellas”, la propuesta educativa que celebró el Día Internacional de los Museos


Realizada de manera conjunta por el Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba y el Museo Meteorológico Nacional, la actividad giró en torno a la “atmósfera”. La jornada no solo permitió conocer cómo se la estudia y qué información se releva para generar los pronósticos, sino también profundizar en los desafíos que ella representa para los equipos científicos abocados a escudriñar el firmamento.

La atmósfera fue protagonista del programa de actividades que ambos espacios impulsaron para conmemorar el Día Internacional de los Museos, que se celebra en todo el mundo cada 18 de mayo.

En el Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba (MOA), el eje de las visitas guiadas estuvo puesto en los escollos que usualmente la atmósfera interpone para las observaciones astronómicas. Un ejemplo claro de esta influencia negativa es el caso de estrellas que parecen titilar en el cielo: ese efecto es, en realidad, evidencia de la turbulencia de la atmósfera.

David Merlo, responsable del MOA, explicó que para contrarrestar las perturbaciones que las capas atmosféricas introducen en las imágenes capturadas por los telescopios, existen actualmente dos abordajes.

Uno se conoce como óptica activa y lo aplican instrumentos de última generación. Son aquellos telescopios cuyo espejo primario es flexible, en el sentido de que está constituido por un gran número de pequeños espejos hexagonales, que conforman en conjunto una estructura similar a un panal de abejas.

La clave es que cada uno de esos segmentos puede ir inclinándose y acomodándose de manera de reducir las distorsiones atmosféricas y de esa manera reducir el ruido al mínimo.

La otra aproximación se conoce como óptica adaptativa y utiliza una “estrella guía”. Básicamente consiste en tomar como referencia una estrella ya conocida, o bien crearla artificialmente mediante el uso de un láser potente apuntado hacia el espacio.

Como se conoce de antemano cómo debería verse la “estrella guía”, es factible procesar la imagen capturada por el telescopio mediante un software de manera que compense todas las distorsiones detectadas.

La actividad en el OAC también incluyó un recorrido por sus dos plantas, donde se pudo conocer la historia de la Institución, y se pudo acceder a material bibliográfico relacionado con las nubes y la meteorología. La visita contempló, además, una breve explicación oral y audiovisual sobre cómo se eligen los sitios donde se instalan los observatorios.

En el caso del Museo Meteorológico Nacional (MMN), quienes asistieron pudieron realizar un recorrido por el área didáctica, un circuito que replica un campo operativo de observaciones. Allí se detallaron cómo se realizan las mediciones de los distintos parámetros que luego, junto a imágenes de radas y observaciones satelitales, son empleados para generar los pronósticos del tiempo.

Al detenerse sobre el relevamiento de datos, las guías valoraron proyectos de ciencia ciudadana, a través de los cuales escuelas y comunidades del interior colaboran con el registro de datos como la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y la presión atmosférica en sus propias localidades.

La relevancia de ese tipo de iniciativas radica en la imposibilidad de disponer de estaciones meteorológicas en cada localidad, por cuanto esos reportes se vuelven fundamentales para tener un mayor caudal informativo al momento de elaborar proyecciones.

Por último, la nota distintiva de la jornada en el MMN fue la inauguración de la “Sala de Estación en Altura”, que explica el proceso de monitoreo de la tropósfera mediante el uso de radiosondas desplegadas con globos.

Estas técnicas permiten tomar mediciones de temperatura, humedad y viento desde la superficie hasta varios kilómetros de altura. En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional realiza al menos dos radiosondeos por día, uno a las 9.00 y otro a las 21.00, en varios puntos del país.

Sobre el Día Internacional de los Museos

La fecha del 18 de mayo fue establecida por la UNESCO y ratificada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés). Se trata de una jornada dedicada a concientizar sobre el rol que las instituciones museísticas pueden desempeñar en el intercambio y enriquecimiento de las culturas. Asimismo, busca promover estos espacios de conocimiento como ámbitos propicios para el desarrollo de lazos de comprensión, colaboración y paz entre los pueblos.

Este año, en el ámbito de la UNC y con el auspicio del PROMU, se decidió acompañar el sesquicentenario de la fundación de los Museos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, celebrándolo el pasado viernes 19 de mayo.