Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha que no solo celebra los logros alcanzados por las mujeres en la ciencia, sino que también invita a reflexionar sobre los desafíos persistentes que enfrentan para acceder a los mismos derechos y oportunidades que sus compañeros hombres.

Brecha de género: una realidad aún persistente

A nivel mundial, las estadísticas siguen reflejando una fuerte desigualdad en la ciencia. Según la UNESCO, solo el 33% de los investigadores y las investigadoras científicas son mujeres, y en campos como la ingeniería y la tecnología, la participación femenina es aún menor. En la mayoría de los países, las mujeres enfrentan un techo de cristal invisible que limita su acceso a los puestos de liderazgo y toma de decisiones dentro de las instituciones científicas. De acuerdo con un informe de la ONU, las mujeres científicas ganan un 28% menos que sus compañeros varones y son menos del 30% en cargos directivos en las principales organizaciones científicas.

Sin embargo, más allá de los números, la brecha de género en la ciencia también está marcada por estereotipos y prejuicios que permean desde la educación básica hasta el ámbito profesional. Estos prejuicios pueden ser tan insidiosos que muchas veces las niñas y jóvenes no se sienten alentadas a seguir carreras científicas, tecnológicas o matemáticas, perpetuando un círculo vicioso de exclusión.

La historia de Miriani Pastoriza: rompiendo barreras en la ciencia

Miriani Pastoriza, una de las astrónomas más destacadas de Argentina, es un claro ejemplo de cómo las mujeres han tenido que desafiar las estructuras de poder en la ciencia. Cuando Pastoriza comenzó su carrera en el Observatorio Astronómico de Córdoba, uno de los lugares más prestigiosos de la astronomía en el país, enfrentó un sistema profundamente patriarcal. En sus primeros años, le era exigido obtener la autorización del rector para acceder a los telescopios de Bosque Alegre, un lugar reservado exclusivamente para hombres. No obstante, su determinación y su pasión por la astronomía la llevaron a romper esas barreras y a destacarse en un campo tradicionalmente dominado por hombres, contribuyendo significativamente al estudio de las galaxias.

La historia de Pastoriza no solo refleja el talento y la perseverancia de una científica, sino que también es un testimonio de las dificultades estructurales que enfrentan las mujeres para ocupar un lugar en la ciencia. Su éxito, como el de muchas otras científicas, no solo es un triunfo personal, sino una victoria colectiva en la lucha por la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos del conocimiento.

El Observatorio: ciencia accesible y diversidad de roles

El Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC) es un claro ejemplo de cómo las mujeres pueden, y deben, ocupar roles fundamentales en la ciencia. Actualmente, el observatorio cuenta con un equipo de más 20 astrónomas que desempeñan diversas funciones, desde becarias hasta investigadoras que están realizando doctorados y posdoctorados y está dirigido por una mujer por primera vez en la historia, Estas mujeres no solo están llevando adelante investigaciones fundamentales en astrofísica y astronomía, sino que también son una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de científicas en formación.

La astronomía, una de las ciencias más fascinantes y profundas, tiene en el OAC un espacio donde la ciencia es accesible para todos y todas. A través de diversas actividades de divulgación científica, el observatorio promueve el acceso a la ciencia, mostrando cómo la observación del universo y el estudio de las galaxias no son solo temas abstractos, sino herramientas para comprender mejor nuestro lugar en el cosmos. Además, desde el OAC se fomenta la participación activa de las niñas y mujeres en las ciencias, brindándoles apoyo, recursos y oportunidades de desarrollo profesional.

Un llamado a la acción: fomentar la vocación científica en niñas y mujeres

Mercedes Gómez, directora del Observatorio Astronómico de Córdoba, subraya la necesidad de fomentar la vocación científica desde una edad temprana. «Es esencial crear un entorno que inspire a las niñas a imaginarse como científicas, ingenieras o matemáticas. No podemos seguir permitiendo que las barreras sociales, culturales y económicas sigan limitando el acceso de las mujeres a la ciencia. Solo a través de la visibilidad y el apoyo temprano podremos generar cambios duraderos», señala Gómez.

La visibilidad de científicas como Miriani Pastoriza y otras referentes es clave para demostrar que la ciencia es un espacio inclusivo para todas. Además, el impulso a las niñas y jóvenes a involucrarse en carreras científicas debe ser una prioridad en las políticas educativas y científicas globales, ya que son ellas quienes tendrán las herramientas para resolver los grandes desafíos del futuro.

Un futuro de igualdad

El Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una ocasión para reflexionar sobre los logros conseguidos y los desafíos que aún persisten. Si bien hemos avanzado, la lucha por la igualdad de género en la ciencia sigue siendo una tarea colectiva que requiere el compromiso de todos los sectores. En un contexto donde los avances logrados por las mujeres están siendo cuestionados, es esencial que la sociedad mantenga la mirada firme en la defensa de los derechos conquistados y en la promoción de una ciencia más inclusiva y justa. La igualdad de oportunidades en la ciencia es fundamental no solo para el desarrollo de las mujeres, sino también para el progreso de toda la humanidad.