Ciencia y guerra: cuando el cielo se convierte en campo de batalla
A lo largo de la historia, la relación entre astronomía y guerra ha sido tan estrecha como paradójica. Mientras una disciplina intenta comprender el cosmos, la otra surge del conflicto y la tensión entre sociedades. Sin embargo, ambas se han potenciado mutuamente de formas profundas: los avances astronómicos fueron fundamentales para el desarrollo de tecnologías bélicas, y los contextos de guerra impulsaron transformaciones científicas que cambiaron para siempre nuestra manera de observar el cielo.
En el marco de las conferencias científicas para todo público, el próximo viernes 28 de noviembre, el Dr. Carlos Guillermo Bornancini —astrónomo del Observatorio Astronómico de Córdoba e investigador de CONICET— propone un recorrido histórico y reflexivo sobre este vínculo incómodo pero decisivo. La conferencia denominada “Ciencia y :Astronomía en contextos bélicos”, invita a pensar el doble filo del conocimiento científico y su impacto en la sociedad.
Mirar para conocer… y para combatir
Desde el siglo XVII, la tecnología creada para observar el universo ha tenido una aplicación directa en los campos de batalla. El telescopio, símbolo de la curiosidad y la exploración científica, fue también una herramienta clave para la navegación y la artillería, permitiendo cálculos más precisos y estrategias militares más eficaces.
Siglos después, la física desarrollada para comprender la energía de las estrellas —la astrofísica nuclear— se convirtió en la base teórica que permitió el desarrollo de la bomba atómica. La búsqueda por entender cómo brilla el Sol terminó transformándose, trágicamente, en uno de los avances armamentísticos más devastadores del siglo XX.
Tecnologías para la guerra que cambiaron la ciencia
La relación, sin embargo, también opera en sentido inverso. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, investigaciones vinculadas a la radiación electromagnética dieron origen al radar, tecnología que luego alimentó el nacimiento de la radioastronomía. Más tarde, la carrera espacial transformó los satélites espías y los sistemas de vigilancia orbital en plataformas que, con el tiempo, se convertirían en los grandes observatorios espaciales modernos.
El GPS, omnipresente en nuestra vida cotidiana, nació como un sistema de posicionamiento militar. Y los sistemas de guiado de misiles impulsaron el desarrollo del rastreo orbital de alta precisión, esencial para telescopios espaciales como el Hubble o el James Webb.
Paradójicamente, los períodos de mayor tensión geopolítica también aceleraron herramientas fundamentales para la astronomía contemporánea.
Ciencia, conflicto y responsabilidad un temade debate en la próxima confrencia
La historia revela que el progreso científico nunca avanza aislado de su contexto social. La misma curiosidad que impulsa a estudiar galaxias con núcleos activos o a explorar la estructura del universo puede, en escenarios distintos, ser utilizada para el control, la vigilancia o la destrucción.
La astronomía, con su capacidad para mostrarnos nuestra pequeñez en un cosmos inmenso, invita a reflexionar sobre el uso ético del conocimiento y el impacto de la tecnología en la vida humana. Pensar la relación entre ciencia y guerra es, entonces, una manera de comprender nuestro pasado y elegir con mayor conciencia el futuro que queremos construir.
Visitas y obervaciones
28/11/2025 | 20:00 hs | Auditorio Mirta Mosconi. Laprida 854
La conferencia es libre y gratuita, no requiere conocimientos previos ni reserva. Luego de la charla, se podrán realizar visitas por el museo, y observaciones por telescopio. Si las condiciones meteorológicas lo permiten.
Sobre el disertante

Dr. Carlos Guillermo Bornancini
Licenciado y Doctor en Astronomía,Investigador del CONICET y Profesor Adjunto en el Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC).
Su trabajo de investigación se centra en Astronomía Extragaláctica, especialmente en el estudio de galaxias con núcleos activos.
Fue Coordinador del Museo del Observatorio Astronómico (MOA).
Profesor del curso Introducción al Astroturismo del OAC.
Profesor Starlight en el Curso de Monitores Starlight en el Parque Nacional Iberá, Corrientes.
Realizador del documental “La realidad oculta de la luz”, sobre los efectos colaterales de la contaminación lumínica.
