Un superbólido en La Pampa: investigan el origen de un visitante del espacio
El cielo de Argentina volvió a ofrecer un espectáculo que no pasó inadvertido. El pasado 13 de septiembre, a las 19:24 horas, un destello iluminó la tarde-noche pampeana: un meteoro de brillo extremo, conocido como superbólido, atravesó la atmósfera y sorprendió a miles de testigos desde La Pampa hasta el sur bonaerense. El fenómeno no solo fue registrado por teléfonos móviles y cámaras de seguridad, sino que incluso satélites en órbita captaron la intensa luminosidad que superó, por momentos, la de varias veces la Luna llena.
Un superbólido se produce cuando un fragmento rocoso del espacio ingresa a gran velocidad en la atmósfera terrestre, generando fricción, calor y una desintegración parcial o total. A diferencia de las fugaces estrellas que solemos ver en las noches despejadas, estos eventos liberan una energía descomunal, capaz de producir estallidos y ondas de choque audibles en tierra. En esta oportunidad, varios vecinos reportaron haber escuchado un estruendo segundos después del paso del objeto.
Origen y características del objeto
Un equipo internacional de investigadores de Argentina, Uruguay y España trabaja actualmente en reconstruir la trayectoria y el origen de este cuerpo. Entre ellos se encuentra Nair Trógolo, astrónoma del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), quien junto a sus colegas analiza las imágenes difundidas en redes y los registros de cámaras fijas.
De acuerdo con los primeros resultados, el meteoroide tendría unos dos metros de diámetro y habría ingresado a la atmósfera a unos 65.000 km/h. Su origen sería asteroidal, proveniente del Cinturón de Asteroides, esa vasta región entre Marte y Júpiter poblada por miles de cuerpos rocosos que, debido a la interacción gravitatoria con los planetas gigantes, en ocasiones son desviados hacia el interior del Sistema Solar.
Las grabaciones muestran cómo el superbólido brilló con intensidad variable y llegó a fragmentarse en múltiples piezas. Esa fragmentación abre la posibilidad de que algunos restos —ya convertidos en meteoritos— hayan alcanzado el suelo pampeano.

¿Qué buscan las y los investigadores?
El objetivo ahora es localizar esos fragmentos. El equipo definió una zona de probabilidad en el sur de La Pampa donde podrían hallarse los restos del objeto. Para ello, la precisión en la reconstrucción de la trayectoria resulta fundamental, y en esa tarea la colaboración ciudadana juega un rol clave.
“Cada cámara de seguridad, cada registro con ubicación y orientación conocida, permite refinar los cálculos y reducir el área de búsqueda”, explica Trógolo. En este sentido, invitan a la comunidad a compartir material audiovisual del evento y, en caso de encontrar rocas sospechosas, comunicarse con los especialistas.
Cómo reconocer un meteorito
No todo fragmento oscuro hallado en el suelo es un meteorito. Estas rocas espaciales presentan ciertas características distintivas: suelen tener una costra de fusión negra producto de las altas temperaturas de ingreso, son más densas que una roca terrestre de igual tamaño y pueden atraer a un imán por su contenido en hierro y níquel. Algunas muestran huellas superficiales llamadas regmagliptos, similares a huellas de dedos, generadas por la acción del aire caliente.

Los científicos aclaran que, de encontrarse meteoritos asociados al superbólido pampeano, no se trataría de grandes bloques: lo esperable es que tengan tamaños de unos pocos centímetros hasta, como mucho, la dimensión de un puño. Tampoco habrá cráteres de impacto visibles; en el mejor de los casos podrían detectarse pequeños hoyos en el suelo.
Ciencia ciudadana y “cazadores de meteoritos”
El episodio abrió una verdadera campaña de “caza de meteoritos”. Grupos de investigación como el que integra Nair Trógolo solicitan la colaboración de la comunidad para localizar evidencias y continuar la investigación. Lejos de ser un mero pasatiempo, esta tarea contribuye a entender la dinámica de los cuerpos menores del Sistema Solar y a trazar conexiones con los orígenes mismos de nuestro planeta.
La invitación está hecha: cualquier vecino que disponga de grabaciones o encuentre un fragmento inusual puede transformarse, aunque sea por un momento, en un cazador de meteoritos y partícipe de un hallazgo científico único.
De los más de 80 mil meteoritos catalogados en el mundo, solo en unos 60 se conoce su origen exacto. “Si lográramos encontrar en nuestro país alguno asociado a este evento, sería el primer meteorito argentino con trayectoria trazada”, destacó la astrónoma del OAC.
El hallazgo de fragmentos del superbólido pampeano sería mucho más que una curiosidad. Cada meteorito es una cápsula del tiempo que guarda información sobre los primeros momentos del Sistema Solar, hace más de 4.500 millones de años. Analizarlos permitiría comprender cómo se formaron los planetas y qué materiales llegaron a la Tierra primitiva. Para Argentina, significaría además sumar una pieza única a su patrimonio científico y consolidar el papel de sus instituciones en la investigación astronómica internacional. Un pequeño fragmento hallado en la llanura pampeana podría, en definitiva, abrir grandes respuestas sobre nuestros orígenes cósmicos.
Equipo de Investigación
- Eloy Peña-Asensio: Dr. en Física (Politecnico di Milano)
- Lucía Velasco: Lic. en Astronomía (Universidad de la República)
- Irina San Sebastián: Dra. en Astronomía (Universidad Nacional de La Plata)
- Nair Trógolo: Lic. en Astronomía (Universidad Nacional de Córdoba)
- Felipe Neuss: Lic. en Geología (Universidad de Buenos Aires)
- Gonzalo Tancredi: Dr. en Astronomía (Universidad de la República)
Mensaje para los cazadores
- Compartir videos del superbólido registrado por cámaras de seguridad, indicando la ubicación de la cámara y la orientación de la misma. Contacto: Nair.trogolo@unc.edu.ar
- Colaborar en la búsqueda de meteoritos, entregando cualquier hallazgo al Laboratorio de Geología Planetaria, IDEAN, UBA para su posterior caracterización. Contacto: felipeneuss@gmail.com