Y un día el premio Nobel fue para los “caza planetas”.

Así suelen ser llamados Michel Mayor y Didier Queloz, dos reconocidos astrofísicos suizos que dedicaron toda su vida a la búsqueda de planetas y al refinamiento de las técnicas observacionales para poder lograr este descubrimiento.

El veredicto de la Real Academia de Ciencias Sueca dice: el galardón es por sus “contribuciones a nuestra comprensión de la evolución del Universo y el lugar de la Tierra en el cosmos”

El anuncio del descubrimiento del primer planeta orbitando una estrella similar al Sol, 51 Pegasi b, fue publicado por la revista Nature en el año 1995 en el marco de la tesis doctoral de Didier Queloz, con la dirección del Dr Mayor, dicho trabajo tiene hoy más de 2000 citaciones, uniendo la astrofísica estelar y planetaria.
Con este descubrimiento se logró demostrar que el Sol no era la única estrella que poseía planetas y que la teoría de formación estelar que remarca que la formación planetaria es un subproducto de la formación de una estrella, estaba en lo correcto.
Esto llevaba a pensar que toda estrella que vemos en el firmamento – y también aquellas que nuestra limitada visión no nos deja observar – podría estar acompañada por planetas, pero la problemática que se planteaba era: ¿Cómo ver estos objetos opacos que no brillan por si solos?
En respuesta a ese interrogante había que ser innovador y decidido para empezar a buscar objetos invisibles para nuestros instrumentos, había que poner a funcionar al máximo la astucia científica y hallar la forma de encontrarlos.
Es así que Mayor trabajó gran parte de su vida en el estudio de estrellas binarias, y todo lo aprendido lo volcó en la búsqueda de planetas ustilizando técnicas espectroscópicas: un largo camino que hoy rinde sus frutos.

El método de Velocidad Radial o también llamado espectroscopía doppler es un método indirecto para la detección de planetas. Este método se basa en observar el espectro de las estrellas para detectar signos de oscilación, causado por la presencia planetaria.

El hallazgo del primer exoplaneta inició una revolución en el campo de la astronomía, desde entonces usando diferentes técnicas se han detectado más de 4.000 planetas orbitando otras estrellas, sólo en una pequeña porción de la Vía Láctea, de los cuales 600 están en sistemas multiplanetarios como en el sistema solar.

El planeta 51 Peg b no solo fue el primer planeta descubierto sino que además fue el primer planeta con esas características: gigante gaseoso y muy próximo a su estrella central (20 veces más cerca que la Tierra al Sol). A este tipo de planetas se les denominó “Júpiter caliente”, ya que se parece al Júpiter de nuestro sistema solar pero su cercanía a la estrella central no era factible por la teoría de formación planetaria de ese momento.

Este hallazgo fue la puerta de entrada a una diversidad de proyectos internacionales donde se descubrieron planetas totalmente diferentes a los conocidos, tanto sea en tamaño, forma, y distancias a su estrella como así también por su órbita.

En la actualidad se siguen encontrando planetas, no sólo con estas características, sino también de tipo terrestre, alimentando así el interés en el estudio de sus atmósferas y buscando trazadores de vida, lo que sin lugar a duda nos acerca cada día más a comprender el lugar de la Tierra en el Universo.

En el Observatorio Astronómico de Córdoba, en diferentes áreas de investigación, se contribuye, de manera activa, a la caracterización de estrellas con planetas y a la dinámica de los mismos.

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